Conseguir alcanzar los objetivos que nos ponemos es algo ya de por sí digno de valorar. Sin embargo existen 10 errores que la mayoría de la gente hace para no conseguir sus metas, de manera que esto se vuelve muy difícil, llegando incluso a tirarse la toalla.
Todo el mundo tiene metas que aspira a conseguir y que tienen que ver con lo que a una persona le gustaría ser, hacer y tener. Pero estas dificultades que nosotros mismos nos ponemos suelen hacer que, finalmente, todo quede en un mero pensamiento. Para que tus metas se conviertan en una realidad es importante que sepas cuáles son los errores que se cometen para darte cuenta y tratar de enmendarlos y, en la medida de lo posible, evitarlos.
10 errores comunes por las que los personas no ven materializados sus sueños
1.- No sabes lo que quieres
Puedes saber que algo va mal, que quieres cambiar, que quieres conseguir grandes cosas en la vida, pero no sabes discernir qué es. Esto te lleva a dar palos de ciego, a esforzarte y no tener éxito o a no saber siquiera cómo empezar.
Debes plantearte qué deseas para poder alcanzarlo; no nos valen las ambigüedades.
2.- No pasas a la acción
Puede pasar que, por diferentes motivos, no te decidas a actuar o incluso creas que lo estás haciendo cuando en realidad sigues siendo un sujeto pasivo.
Para pasar a la acción es necesario que, nuevamente, tengas claro qué quieres hacer y, por supuesto, cómo vas a conseguirlo. Debes seguir unos pasos que te hagan avanzar activamente.
3.- No eres disciplinado
Debes saber, y, si no, te lo digo yo, que la consecución de las metas no es algo sencillo, sino no serían metas. Para ello es esencial que comiences a trabajar la disciplina propia, de manera que seas capaz de conocer y trabajar bajo tus propias normas y criterios para llevar una vida ordenada.
4.- No tienes compromiso
Las personas que no se comprometen rara vez llegan a conseguir grandes cosas. Cualquier objetivo es más o menos largo y requiere de trabajo; no se alcanza de un momento para otro y, por tanto, requiere de un nivel de compromiso, que puede ser mayor o menor, pero que debe estar ahí para continuar.
5.- No afrontas tus miedos
La consecución de metas pasa, innegablemente, por afrontar ciertos miedos que son los que nos dejan estancados varios pasos atrás. Si nunca los afrontas, no conseguirás llegar a tu objetivo, puede que te hayas esforzado y andado un buen pedazo de camino, pero no has llegado al final.
6.- No te enfocas
Dispersarse, sobre todo cuando estamos haciendo cosas nuevas, desconocidas o que, por el motivo que sea, no son prioridad, es bastante común.
Si no pones tu ojo sobre tu objetivo, te costará mucho más verlo. Enfoca lo que deseas conseguir y ve a por todas; esforzándote al máximo en cada paso que tengas que dar para conseguirlo.
7.- No perseveras
La inestabilidad es lo peor para conseguir cualquier cosa. Repito lo que acabo de comentar: es necesario tener un foco claro y actuar de manera estable hacia él, con una actitud firme que te permita sentir tu fortaleza.
8.- No asumes tu responsabilidad
Puede ser que creas que parte del proceso no depende de ti o que por estar enfocado en la consecución de tus metas, puedes dar de lado a otros aspectos de tu vida que son tu responsabilidad. Esto hace que se cree un ambiente muy negativo en el que la persona tiene difusa su responsabilidad o, peor aún, reniega de ella poniendo diferentes escusas.
Lograr tus metas no es cambiar unas acciones por otras, es sumar nuevas y mejores a las que ya realizas; siendo mayor tu responsabilidad, con los demás y contigo mismo.
9.- No cuidas con quién te juntas
El entorno es muy importante en este aspecto, no sólo para ayudarnos, que también, sino para algo más importante, no hacernos sentir pesimistas.
Es muy común que un entorno tóxico o que no te comprende termine por, directa o indirectamente, incentivar que no cambies, que no progreses; es más cómodo y nadie quiere sentirse incómodo, sobre todo por la decisión de otra persona.
10.- No cuidas tu mente
Como ves, el proceso es largo, y son muchos los errores que la mayoría de gente hace para no conseguir sus metas. Por ello, el esfuerzo es grande y pocas personas reparan en su salud mental. Tan importante como una cosa lo es la otra; es necesario mimarse, quererse y respetarse a uno mismo, trabajando con unos objetivos que no te agoten ni mentalmente porque ello puede terminar haciendo que te minusvalores.