Las personas a menudo buscan maneras de encontrar la felicidad, de convertirse en “alguien mejor”, de tratar de borrar aquello que consideran que han hecho mal, etc. Aunque son tareas muy duras y difíciles de llevar a cabo, todas las que he nombrado, por ejemplo, tienen un aspecto en común necesario para alcanzarlas: mejorar el agradecimiento.
Con la siguiente lectura vas a conocer por qué es necesario ser agradecido y, además, te doy algunas pautas para que empieces a hacerlo cuanto antes; comprobarás que tu vida empieza a cambiar poco a poco.
¿Por qué debemos ser agradecidos?
Son muchos los motivos por los que se ha de mejorar el agradecimiento. A mí se me ocurren estos seis pero seguro que en cuanto te pongas a ello te irás dando cuenta de los beneficios que a ti te recomporta practicar la gratitud con los demás.
Beneficiarás a quien recibe tu agradecimiento
Agradecer algo a alguien, cualquier cosa, por pequeña que sea, hará que esa persona tenga una mejor sensación durante su día, aunque sea una muy pequeñita. Comentar que una idea te ha ayudado o valorar el trabajo de los demás hará que, indudablemente, dichas personas se sientan mejor.
Y además del propio hecho de que los demás se encuentren mejor… ¿no te alegra a ti el saber que alguien se siente mejor gracias a un simple comentario que has hecho? ¿No te sientes responsable, aunque sea en un 0.01%, de su instante de confort?
Mejora tus relaciones con los demás
De lo anterior se consigue este nuevo aspecto, el de que tus relaciones sean mejores.
Indudablemente, todos queremos a nuestro alrededor personas que nos hacen sentir bien. ¿Crees que un conocido estará siempre pendiente de ti si nunca valoras lo que hace? O visto al revés, ¿permanecerías al lado de una persona cuyas acciones no son recíprocas en relación a lo que tú haces por ella? Si tú ayudas y ayudas… ¿no llegará un punto en el que te canses de que nadie lo valore ni haga lo mismo por ti?
Siendo una persona agradecida, las personas querrán estar contigo, se sentirán cómodas, comprendidas e incluso protegidas. Si alguien es amable contigo y no respondes adecuadamente a ello, posiblemente termines quedándote solo o, simplemente, rodeado de personas que no son generosas ni agradecidas, dándote lo que reciben.
Tu actitud será cada vez más positiva
Cuando agradeces algo te estás dando cuenta de que alguien ha hecho algo por ti, ya sea directa o indirectamente. ¿Y no es, acaso, ese algo una cosa que puede entrar en tu vida de una manera positiva? Vas a comenzar a ver el lado bueno de las cosas; esas mismas cosas que antes pasaban por tu vida y a las que no dabas valor ahora serán un punto (tras otro) para darte cuenta de lo bueno que tienes.
Descubrirás que eres afortunado en una buena cantidad de aspectos
Otro aspecto derivado de lo anterior es que vas a comprender que tienes suerte en muchos aspectos. Donde antes veías un cielo nublado ahora ves que te llegan algunos suaves rayos de sol. No sólo vas a poder comprobar lo afortunado que eres por llegar a tener cosas buenas sino que, además, empezarás a darte cuenta de todo aquello malo que podría sucederte y no te sucede.
Se trata del ver el mundo de manera diferente, como verdaderamente es contigo y con los demás, encontrando los pequeños matices que normalmente pasan desapercibidos. Cuando los veas llegar (los buenos) o quedarse en la puerta (los malos) comprobarás lo bien que te va en la vida.
Serás más feliz
Todo lo anterior y otros beneficios particulares que tú mismo vayas descubriendo conforme mejoras el agradecimiento harán que, definitivamente, te conviertas en una persona más feliz.
Prueba de ello es el listado de sociedades más felices del mundo en el que aparecen aquellas no más ricas, con personas consideradas más bellas, con mejores salarios o con un excelente clima. Por lo general, los países de este listado son aquellos en los que la ambición no forma parte de las personas sino que se trata de un compendio de sociedades generosas, empáticas, sencillas y agradecidas. ¿Te sorprende que España se encuentre en el puesto 36? ¿Crees que sabemos ser felices?
Cómo mejorar el agradecimiento
Veamos ahora algunas sencillas pero útiles ideas para que comiences a percibir aquellos aspectos que merecen tu agradecimiento y te dediques a ponerlo en práctica.
Da las gracias
Resulta evidente pero te sorprendería la cantidad de gente que, por confianza o por cualquier otro motivo, termina dejando de dar las gracias a los demás.
Da las gracias y, cuando lo hagas, di por qué. Aunque también sienta bien recibir un simple “gracias”, si nos explican por qué están agradecidos con nosotros le daremos más valor, pues vemos que no se trata de una formalidad sino que verdaderamente alguien ha considerado lo que hemos hecho y le ha dado un buen valor. El otro lado de la moneda, es decir, tú, el que agradece, será más consciente de lo que siente si lo transforma en palabras; en lugar de decir automáticamente “gracias”, párate a pensar y date cuenta de que, verdaderamente, agradeces lo que se ha hecho por ti.
Para mejorar el agradecimiento aún más, cuando tengas la ocasión, hazlo tangible. Obviamente, puede resultar raro dar las gracias de manera tangible al conductor de autobús por esperarte, pero sí puedes hacerlo con personas más allegadas. Escribe una tarjeta a ese compañero de trabajo que sientes que ha hecho tanto por ti; lleva una magdalena casera de las que acabas de hacer al carnicero que siempre te fía cuando no llevas suelto o simplemente escribe una carta contando lo agradecido que estás a tu padre, a tu mujer o a tu mejor amigo. Son pequeños gestos que de verdad te hacen ver lo que recibes cada día y, lo más importante, te permiten darle valor.
Usa un diario
Al igual que usas un diario para contar lo que haces o lo que te pasa cada día, utiliza otro para indicar, de manera extrema, todo aquello que te pasa o tienes y que te hace estar agradecido, desde lo más obvio que pasa en tu día (como que ha salido un sol espectacular justo el día que querías ir a la playa) hasta aquellos detalles que se dan de manera especial.
Te servirá para darte cuenta en el momento en que lo redactas de que verdaderamente tienes motivos, que eres afortunado. Si bien, este recurso te servirá también para aquellos momentos de bajón en los que todo parezca ir mal; sólo tienes que echar un vistazo y recordar todo lo bueno que hay en tu vida.
Encuentra en entorno positivo
¿No te has dado cuenta que cuando te rodeas de personas tóxicas el ambiente se enrarece? Las actitudes son más esquivas, más egoístas, más interesadas… En un entorno así difícilmente vas a encontrar un apoyo y más difícilmente aún te vas a sentir con ánimo de dar lo que tienes a los demás, sabiendo que nadie lo va a valorar.
Es importante que tu ambiente cambie por completo y encuentres personas que te hagan sentir bien, que sean positivas, empáticas y agradecidas, tal y como tú deseas ser, de manera que esas relaciones que crees sean recíprocas.
Ayuda a los demás
Ayudar a los demás puede que no signifique ser agradecido como tú piensas. Sin embargo, piensa en esto… ¿No estás dedicando tu tiempo, tu esfuerzo o incluso tu dinero en algo que tiene nada que ver contigo? Indirectamente, estás agradeciendo muchas cosas.
Si ayudas a un comedor social a servir comida estás agradeciendo el tener tiempo suficiente para hacerlo y el hecho de no tener que tener que estar al otro lado, invirtiendo tu tiempo no en servir comida sino en buscarla.
Si acudes a dar unas clases de pilates, yoga o danza del vientre a un centro de mayores estás agradeciendo, con tu tiempo y tu dedicación, el poder tener una buena movilidad que te permite hacerlo.
Tomar la decisión de donar unos juguetes para la campaña navideña de la iglesia… indudablemente hará que estés agradeciendo el tener dinero suficiente para poder invertirlo en hacer feliz a un niño.
Por otro lado, no importa la manera en la que ayudes, ser solidario es una muestra de sentirse agradecido por lo que tenemos.