La inteligencia financiera es la capacidad que tenemos las personas para trabajar el dinero y resolver nuestras finanzas con el mayor éxito y el menor esfuerzo.
Esta definición puede implicar muchas cosas, desde luego. Sin embargo, me gustaría detenerme en hacerte ver como, desde que nacemos, se nos educa para que carezcamos de esta capacidad, de manera que nos contentemos con un empleo en el que cambiemos nuestro tiempo (que es de lo más infinito que tenemos, ¡qué casualidad! Por dinero, un bien que se nos ha metido en la cabeza como eje de nuestras vidas.
Lo cierto es que, desgraciadamente, así es. Vivimos en una sociedad en la que poco o nada se puede hacer sin dinero y en la que se valora a las personas por él. Nos enseñan a valorarlo como una necesidad, pero no a conseguirlo de una manera sencilla o tan digna como nos gustaría.
Pasamos demasiadas horas trabajando, y pensando en el trabajo. Este nos condiciona fuertemente y, desde luego, nuestros superiores lo saben y están encantados con ello, pues saben que todos necesitamos dinero y haremos lo que sea por conseguirlo… o no.
Sin desvariar más, simplemente comentarte que no disponemos de libertad económica, por mucho que algunos puedan creer que sí. Las personas vivimos unas situaciones económicas dadas por nuestras propias convicciones y, desde luego, es por ahí por donde hay que empezar.
Por supuesto, tampoco hay que concebir el dinero como algo negativo, pues no lo es y, de hacerlo, entraríamos en conflicto con nosotros mismos a la hora de obtenerlo, boicoteándonos a nosotros mismos para nunca llegar a tener una riqueza.
Credos como que el dinero nos corrompe o no da la felicidad, que la riqueza requiere avaricia y demás deben quedar desterrados por completo. ¿Quién va a conseguir una ventaja económica teniendo esas ideas tan amargas sobre el dinero?
Inteligencia financiera e inteligencia emocional; ¿por cuál me decido?
¿Por qué elegir? Es cierto que en los últimos tiempos se ha dado, por fin, la importancia que la inteligencia emocional merece, quitándonos de la cabeza que lo mejor era saber mucha matemática y memorizar muy bien. Sin embargo, eso no significa que tengamos que ponerla por encima de todo ni que neguemos de las demás. Los seres humanos contamos con increíbles capacidades y ninguna debe caer en el olvido.
De hecho, en el equilibrio de las inteligencias reside la calidad del crecimiento personal, que se da a medida que nos desarrollamos en los diferentes ámbitos de la vida.
He de decir que, además, el conjunto de inteligencia financiera y emocional, bien cultivadas, es uno de los elementos de éxito más importantes a la hora de conseguir la libertad financiera, que es lo que la mayoría de personas ansía.
Formando un sistema inteligente nos volvemos más capaces, con más poder de decisión, preparados para afrontar las diversas situaciones y para emprender con menos riesgo.
Cómo cultivar la inteligencia financiera
Aunque parezca un concepto abstracto y difícil de entender, lo cierto es que volverse una persona más inteligente en el ámbito financiero es bastante sencillo. Te pongo algunos ejemplos.
Intercala
libros financieros con el resto de tus lecturas. No tenemos que
hablar de teoría financiera pura y dura, o sí, eso ya va al gusto
de cada cual; seguro que si te gusta leer en general no vas a tener
problema. Además, hay muchos títulos en los que se habla de
conceptos económicos y teorías financieras de una manera menos
directa que teorizando puramente; no es necesario ponerse a hincar
codos.
Escucha a
quienes han conseguido obtener una buena cantidad de ingresos
pasivos y, en general, a quien triunfe en sus negocios (no a quien
se considere experto en ello). Puedes hacerlo en ponencias, pero
también charlando con esa persona en cuestión.
Incorpora
hábitos financieros correctos (controlar el dinero, no pagar por lo
innecesario, planificarse adecuadamente, comprar con idea…) y
elimina los erróneos, obviamente.
Trabaja
activamente en tus deudas. Solvéntalas lo más rápidamente posible
contando, para ello, con un plan de acción previamente planificado.
Trabaja por
conocer cuál es el coste del nivel de vida que quieres tener,
compáralo con el tuyo y trabaja para mejorar los aspectos
necesarios para que ambos puntos queden en equilibrio.
Ten
consciencia de tus necesidades (verdaderas) a nivel financiero y
cómo abordarlas.
Trabaja
siempre los ingresos activos, pasivos y por inversión. El dinero no
consiste sólo en vender tu tiempo.
Esta es, sin duda, la base con la que empezar a ser más inteligente económicamente hablando. Sin embargo, una vez comiences, verás que tú mismo te das cuenta de otras muchas sencillas acciones que te harán pensar en el dinero de una manera efectiva.
Como siempre, terminaré recomendándote otras lecturas que se relacionan con el tema que te he traído hoy.
Mantenerse
motivado en el trabajo. Sacarle más partido al dinero, sin
duda, hará que crezca tu motivación por el trabajo, tanto si te
dedicas a algo que amas como si no tienes esa suerte.
¿Sabes
qué son los hábitos de consumo consciente? Te enseño a
consumir, así de sencillo.
¿Qué
es el crecimiento personal y cómo empiezo? Para crecer como
persona es necesario formarse en todos los ámbitos, incluido el
financiero.
¿Por
qué es importante la inteligencia emocional para llevar una vida
plena? Descubre la importancia de otra de las inteligencias
principales del ser humano.
¿Se
puede emprender sin riesgos? Descubre las diversas maneras en
las que puedes emprender con menos riesgos, siendo, una de ellas,
por supuesto, la tenencia de capacidades intelectuales adecuadas
para ello.