Hay momentos en la vida en que parece que todo esté perdido, en los que piensas que tirar la toalla es la única «solución». Por si nadie te lo ha dicho nunca, el camino fácil no suele ser el correcto y conseguir tus metas en la vida es mucho más complicado que simplemente ver los días pasar. Si crees que necesitas un poco de ayuda para salir adelante, te invito a que te quedes y leas estos valiosos consejos para no rendirse nunca que te doy hoy.
¿Qué hacer para no rendirse?
Te dejo 7 ideas motivacionales muy sencillas pero eficaces que harán que decidas ir a por todas, no importa lo duro que sea el camino.
Aprender de los fracasos
Las personas que aprovechan todas las circunstancias de su vida tienen todo mi respeto. Aprender de los fracasos es algo que te hará no sentirte tan mal cuando no hagas algo todo lo bien que hubieses deseado. Ocurre simplemente porque, a pesar de no haber conseguido tu propósito, has obtenido algo positivo de la situación, lo cual hace que, de una manera u otra, la valores y no la veas como algo totalmente negativo.
Acepta tus errores pero no los dejes pasar de largo. Indaga y averigua qué has hecho mal y cuáles han sido las consecuencias; seguro que ese aprendizaje te servirá para dar tu próximo paso.
Tolerar la frustración
Desesperarse no es bueno para nadie. Es importante no tener prisa sino ser constante y aguantar el tipo. En esta vida no tenemos que hacer una carrera de velocidad sino una maratón incesante, y las maratones sólo se ganan aguantando, dosificando los esfuerzos y tolerando lo que nos ocurre.
No compararte
Igual que tu cabello es diferente al de cualquier otro, tus competencias, habilidades, virtudes y defectos también lo son. Es imposible -e insano- compararse con cualquier otra persona porque, sencillamente, las condiciones en las que vivís son diferentes. Intentar conseguir los logros de otra persona puede llegar a ser como que un pez intente escalar un árbol: imposible, frustrante y, sobre todo, innecesario.
Dejarte ayudar
El apoyo es esencial para avanzar puesto que nadie es experto en absolutamente todo. Por este motivo, no dudes en pedir ayuda y contar con personas que puedan asesorarte y echarte un capote, ya sea sólo con un gesto, unas palabras o de manera mucho más activa, más física, más dinámica.
Ser intuitivo
Hacer caso de la intuición es, al fin y al cabo, fiarse de uno mismo. Si no confías en ti, ¿Qué sentido tiene ponerse unas metas? ¿Cómo no te van a dar ganas de tirar la toalla si ni tú mismo crees en lo que haces? Es esencial que, para no rendirse, creas en ti y hagas uso de la intuición; te darás cuenta de que en la mayoría de ocasiones aciertas. Y si no es así, aprovecha y aprende de la situación,
Aprovechar el feedback constructivo
Lo primero es diferenciar las opiniones tóxicas y destructivas de las buenas. Una vez hecho, ni se te ocurra obviar las críticas constructivas (ni los logros o alabanzas). Utiliza esa información como asesoramiento para mejorar en tu andadura por la vida.
No autoboicotearte
Cuando no nos sobra seguridad en nosotros mismos afloran los pensamientos pesimistas, los que nos hacen repetirnos una y otra vez que no estamos capacitados. Destiérralos de tu mente, no te pongas trabas, no te paralices… En definitiva, no te boicotees, no busques excusas falsas para abandonar. Si te has propuesto un objetivo es porque, después de estudiarlo, sabes que puedes conseguirlo, por tanto, esa excusa no me sirve.
Ya te habrás dado cuenta de que entre mis consejos para no rendirse nunca no te estoy pidiendo ningún imposible sino que, sencillamente, visualices lo que deseas y valores tus capacidades. Ese es, en esencia, el truco para aguantar al pie del cañón ante cualquier circunstancia.