Vamos a hacer hoy un repaso sencillo pero a la vez completo de lo que es meditar y lo que su práctica supone para nosotros; esto es, te contaremos todo lo que debes saber sobre la meditación de una manera sencilla y liviana que te permita conocer esta beneficiosa práctica y que, a su vez, te deje tiempo para empezar a practicarla cuanto antes. ¡Vamos a ello!
¿Qué es exactamente meditar?
Meditar es autoindagarse. Consiste en ser capaz de mirar en nuestro interior y a la vez ser conscientes de nuestra percepción de la realidad.
Esta es una definición muy corta pero a la vez concisa y cierta sobre el concepto, del cual, por cierto, te contaremos sus beneficios en una próxima entrada. Sin embargo, se puede intuir que conseguir ver en nuestro interior va a suponer muchísimas cosas buenas, como ser capaz de gestionar nuestras emociones, aumentar nuestra concentración, desarrollar la inteligencia emocional e incluso mejorar nuestra memoria, por citar algunos de sus beneficios.
Tipo de meditación
Existen tres maneras marcadamente diferentes de meditar, aunque en estos tipos podemos hacer otros desgloses mayores. Sin embargo, esta primera clasificación será la que seguramente más te convenga conocer a la hora de escoger cómo vas a trabajar la meditación. Principalmente nos encontramos con:
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Atención plena o mindfulness
El mindfulness trabaja la atención plena del momento; busca aceptar, desarrollar y potenciar el presente mientras nos movemos en él, permitiéndonos conseguir un estilo de vida sano física y mentalmente. Mayormente se trabaja la atención pasiva -o monitoreo abierto-.
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Meditación trascendental
Esta técnica busca que viajemos a un momento de consciencia pura que no tiene objeto de pensamiento. No requiere de esfuerzo ni implica contemplación. La mente trasciende el pensamiento mediante el uso de un mantra.
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En movimiento
La meditación en movimiento es la que se realiza, como se indica, moviéndonos. Por lo general, nos referimos a esta como aquella que se da en los momentos de concentración y apertura de la mente al practicar tai-chí o yoga. Si bien, una persona que ya sabe meditar a la perfección puede hacerlo caminando o llevando a cabo otras actividades (ojo, no todas).
Decantarte por una u otra manera de meditar dependerá de varias cosas aunque principalmente de dos:
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El tiempo que le puedas dedicar
Obviamente, no funciona igual un ejercicio de meditación que requiera de práctica constante que uno más holgado en este aspecto. La frecuencia con la que practiques será esencial para que la meditación funcione. Por lo tanto, sé consciente y sincero y ocupa los espacios que verdaderamente estés dispuesto a mantener con esta práctica.
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Los beneficios que desees conseguir
Aunque lo cierto es que es ideal no tener una serie de expectativas fijadas con la meditación, lo cierto es que todos recurrimos a ella por uno o varios motivos. La necesidad que nos empuja a ella así como otros factores que posibiliten la consecución de esos objetivos serán imprescindibles para elegir el tipo de meditación adecuada para ti.
Es muy importante dedicar el tiempo que sea necesario a tomar la decisión correcta puesto que, de lo contrario, podríamos caer en el error de pensar que meditar no nos funciona cuando, simplemente, estamos realizando una práctica inadecuada.
1 comentario en «Meditar: Todo lo que debes saber para empezar»
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